Liberté

Entiendo que no queres que me quede, queres estar solo con tus miedos, pero no puedo dejarte, no puedo alejarme. Esta adicción me está volviendo vulnerable. Sentís que puedo protegerte y ese no es mi fuerte. No soy valiente. Te estas aprovechando de mi debilidad, y aunque suene a banalidad te está gustando. Me estas atando. Estas jugando y a mí no me gusta perder. Sé que te puedo tener. Aunque tenga que perderme a mí misma, tengo que ser realista. Esto no puede ser, tengo la necesidad de temer. De que pueda caer. De que pueda caer en tus brazos. Voy a enloquecer. Enloquecer de placer, al sentir que te siento otra vez. Una vez más. La ultima quizás. Sueño con tus abrazos invisibles cuando me pongo sensible. Eso te hace imprescindible. Escucho tu respiración a centímetros de distancia. Siento tu olor en mi piel, y sonrío. Estoy soñando. Candela Poska

Veo la luna y sonrío. Aunque estemos a kilómetros de distancia, es lo único que tenemos en común y sin embargo, es inmenso. Un abrazo que rompa tus fortalezas, tus capas de mentira, tus sonrisas fingidas. El abrazo por el cual pases de ser luna a ser una simple piedra. Que esa piedra se convierta en flor. Y que esa flor pase a ser mía. Regarla, cuidarla, darle lo que necesita, para que no muera. Darle calor, amor. Sin esperar nada a cambio más que verla crecer, fuerte, a pesar de que a veces caigan algunos de sus pétalos. A pesar de que cambie según la estación pero que aun así no deje de ser hermosa. Candela Poska