Rosa
Veo la luna y sonrío. Aunque estemos a kilómetros de distancia, es lo único que tenemos en común y sin embargo, es inmenso.
Un abrazo que rompa tus fortalezas, tus capas de mentira, tus sonrisas fingidas. El abrazo por el cual pases de ser luna a ser una simple piedra. Que esa piedra se convierta en flor. Y que esa flor pase a ser mía.
Regarla, cuidarla, darle lo que necesita, para que no muera. Darle calor, amor. Sin esperar nada a cambio más que verla crecer, fuerte, a pesar de que a veces caigan algunos de sus pétalos. A pesar de que cambie según la estación pero que aun así no deje de ser hermosa.
Candela Poska